¿Qué es un consentimiento informado?
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La normativa nos explica qué es un consentimiento informado y qué requisitos se deben cumplir para recabarlo correctamente
Todos los pacientes tienen derecho a que les informen sobre cualquier tratamiento o intervención antes de su inicio. Así lo establece la Ley 41/2002, que regula la autonomía del paciente y los derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.
¿Cómo se hace efectivo este derecho en el día a día de las clínicas y los centros sanitarios? A través de los consentimientos informados.
¿Qué es un consentimiento informado? Según la ley, es la conformidad que da el paciente «para que tenga lugar una actuación que afecta a su salud». Esta conformidad debe ser:
- Libre.
- Voluntaria.
- Consciente.
- Manifestarse en pleno uso de las facultades del paciente.
- Producirse después de recibir la información adecuada para entender la actuación que se va a realizar y sus riesgos.
La obligación de obtener el consentimiento informado se extiende a todas las actuaciones que se lleven a cabo en el ámbito de la salud. De ahí que los consentimientos informados sean esenciales para las clínicas médicas, los centros odontológicos o las clínicas estéticas.
A continuación, vamos a analizar qué es un consentimiento informado explicando las obligaciones que tienen que tener en cuenta los profesionales sanitarios a la hora de recabarlo.
¿En qué casos el consentimiento informado debe ser por escrito?
El artículo 8 de la Ley de la autonomía del paciente establece que, como norma general, el consentimiento será verbal.
Sin embargo, la norma dicta que el consentimiento ha de ser escrito cuando verse sobre:
- Intervenciones quirúrgicas.
- Procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos.
- Procedimientos que puedan suponer riesgos o inconvenientes para la salud de forma «notoria y previsible». En estos procesos, los profesionales de la salud deben tener en cuenta que «cuanto más dudoso sea el resultado de una intervención más necesario resulta el previo consentimiento por escrito del paciente».
En estos tres casos, de enorme relevancia en la práctica médica, el consentimiento informado se ha de recabar por escrito. Esto implica que:
- Se debe facilitar al paciente toda la información sobre el procedimiento y sus riesgos.
- Es imprescindible obtener el consentimiento por escrito del paciente.
Dada la relevancia de esta obligación, podríamos afirmar que, en gran medida, comprender qué es un consentimiento informado implica, fundamentalmente, saber en qué circunstancias este se debe producir por escrito.
¿Qué información se debe facilitar antes del consentimiento informado?
Para explicar qué es un consentimiento informado y cuáles son sus características debemos detenernos en la información básica que debe suministrarse al paciente antes de que este exprese su consentimiento por escrito a un procedimiento sanitario:
- Consecuencias que la intervención produce con seguridad.
- Riesgos de la intervención asociados a las características personales o profesionales del paciente.
- Riesgos asociados a la intervención en sí misma, que se han podido definir como fruto de la experiencia.
- Contraindicaciones del procedimiento.
Si falta alguno de estos aspectos en la información que se proporciona al paciente, el consentimiento informado no se está llevando a cabo de la manera correcta. Por eso, a la hora de diseñar el documento que se vaya a usar para informar a un paciente es fundamental comprobar que esta información se incluye.
¿Pueden los pacientes renunciar al consentimiento informado?
Puede darse el caso de que una persona no desee saber en qué consiste el procedimiento que se le va aplicar ni los riesgos aparejados al mismo. Por eso, al abordar qué es un consentimiento informado debemos tener en cuenta esta casuística.
La ley permite expresamente la renuncia del paciente a ser informado. Sin embargo, este derecho de renuncia está limitado por los intereses de la salud:
- Del paciente.
- De otras personas.
- De la ciudadanía en general.
Así como «por las exigencias terapéuticas del caso».
Más allá de estas limitaciones, si el paciente deja claro que no desea recibir información, el profesional de la salud debe:
- Hacer constar la renuncia en la documentación del paciente, es decir, en su historial clínico.
- Cumplir con la voluntad del paciente, «sin perjuicio de la obtención de su consentimiento previo para la intervención».
¿Es posible revocar el consentimiento informado?
Sí. La ley garantiza el derecho de los pacientes a revocar un consentimiento informado que han dado previamente.
De ahí que al explicar qué es un consentimiento informado también tenemos que tener en cuenta el derecho de revocación que:
- Se puede ejercer en cualquier momento.
- Debe manifestarse por escrito. De tal forma que se pueda incorporar a la documentación clínica del paciente.
¿Dónde debe almacenarse el consentimiento informado?
A la luz de todo lo que hemos apuntado en esta guía sobre qué es un consentimiento informado resulta evidente que esta conformidad debe ser documentada y guardada por el centro sanitario.
Pues bien, la ley establece que el consentimiento informado se debe incorporar a la historia clínica del paciente. De tal forma que se pueda consultar en cualquier momento, comprobar que se ha recabado antes de realizar el procedimiento en cuestión y posibilitar que el paciente lo revoque.
¿Cómo se puede digitalizar el consentimiento informado?
Casi tan importante como entender qué es un consentimiento informado es la posibilidad de encontrar una forma eficaz de elaborar un documento informativo, sistematizar la obtención del consentimiento de los pacientes y guardar dicho consentimiento por escrito de tal manera que resulta fácilmente accesible.
En esta tarea juega un papel determinante un software de gestión de clínicas. ¿Por qué? Esta clase de programa permite:
- Crear fichas de pacientes en cuestión de minutos.
- Disponer de una historia clínica digitalizada para cada paciente en la que se incluyan toda su información sanitaria, los diagnósticos, tratamientos e intervenciones que se han realizado en el pasado, las pruebas médicas y, también, los consentimientos informados para los procedimientos en los que sean necesarios.
- Contar con plantillas predefinidas para cada tipo de intervención, de tal forma que se pueda crear un documento informativo en un par de minutos, incorporando, solo, las particularidades del paciente en cuestión.
- Automatizar la inclusión de la información del paciente en el documento del consentimiento informado.
- Enviar la información automáticamente por email, sms o WhatsApp.
- Permitir la firma digital del paciente, de tal forma que pueda firmar el consentimiento informado pinchando en un enlace desde su móvil u ordenador personal, o firmar in situ a través de una tablet o una Wacom.
- Comprobar antes de una intervención si se ha recabado el pertinente consentimiento informado.
- Almacenar de forma segura los consentimientos para cumplir con la normativa y evitar problemas legales y sanciones económicas.
En definitiva, tanto los profesionales de la salud como el conjunto de la ciudadanía deben saber qué es un consentimiento informado y cuáles son sus características y particularidades. Puesto que recabar dichos consentimientos es una actividad esencial, sobre todo cuando hablamos de intervenciones quirúrgicas y tratamientos con riesgos o que resultan demasiado invasivos.
Para gestionar esta cuestión, las clínicas médicas, odontológicas y estéticas pueden usar un software de gestión que permite crear, gestionar y almacenar los consentimientos informados con suma facilidad.